Acerca de mi...


Alguien dijo una vez que si te levantas por las mañanas con ganas de escribir; si sueñas con escribir; si necesitas escribir para sentirte realmente realizado y feliz… entonces, muy probablemente, se puede afirmar que eres escritor.

A mí, desde que era una niña, me ocurren todas estas cosas así que al final he acabado pensando que va a ser verdad eso de que tengo algo de “escritora”… al menos, suena genial!

Y como por circunstancias de la vida, he tenido la desgracia (o la suerte, según como se mire) de no dedicarme a esto profesionalmente, he decidido crear este blog como un pequeño almacén y/o escaparate de algunos de mis escritos y de otras creaciones ajenas que creo que merecen la pena.

Espero que os guste y que lo disfrutéis!

domingo, 5 de febrero de 2012

"Los ojos amarillos de los cocodrilos"
Katherine Pancol

- Dime, mi niña. Dile a mamá lo que te da tanta pena.
...

- ¡No! Porque Max Barthillet no me ha puesto en su lista.

- ¿Qué lista es esa?

- La lista de Max Barthillet. Es mayor y lo sabe. Ha hecho una lista con Rémy Potiron y no me ha puesto en ella. Ha puesto a Hortense, pero no a mí.

- ¿Una lista de qué, cariño?

- Una lista de chicas vaginalmente explotables, y yo no estoy en ella.

Jo casi dejó caer a Zoé de sus rodillas. Era la primera vez que una de sus hijas era asociada a una vagina. Sus labios se pusieron a vibrar y pasó su lengua entre los dientes para calmar el temblor.

- ¿Y tú sabes, al menos, lo que quiere decir eso? 

- ¡Quiere decir que son las chicas con las que se puede follar! Me ha dicho...

- ¿Porque, además, te lo ha explicado?

- Sí, me ha dicho que no tenía que ponerme así porque un día yo también tendría una vagina explotable, pero que no sería enseguida.

Zoé había agarrado el puño de su jersey y lo masticaba con aire abatido.

- En primer lugar, querida - comenzó Joséphine preguntándose cómo había que responder a esa afrenta -, un chico no clasifica a las chicas según la calidad de sus vaginas. Un chico sensible no utiliza a una chica como una mercancía.

- Sí, pero Max es mi amigo...

- Entonces tienes que decirle que estás orgullosa de no estar en su lista.

- ¿Incluso si es mentira?

- ¿Cómo que es mentira?

- Pues, sí, a mí me gustaría estar en su lista.

- ¿En serio? Pues bien... vas a decirle que no es delicado clasificar a las chicas así, que entre un hombre y una mujer no se habla de vagina sino de deseo.

- ¿Qué es el deseo, mamá?

- Es cuando se está enamorado de alguien, cuando se tienen muchas ganas de besarle pero se espera, se espera, y toda esa espera es el deseo. Cuando no le has besado aún, cuando sueñas con él al dormirte, cuando te imaginas, cuando tiemblas imaginándote, y, es tan agradable todo ese tiempo en el que te dices que, quizás, quizás le vas a besar pero no estás segura...

- Entonces te pones triste.

- No. Esperas, el corazón se llena con esa espera... y el día en que te besa... Entonces es como los fuegos artificiales en tu corazón, en toda tu cabeza, te dan ganas de cantar, de bailar y te enamoras.



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