Porque nunca te digo cuánto te quiero
Porque siempre me quejo y no te obsequio
Porque nunca te escribo porque no hay tiempo.
Porque eres, sin sueldo, mi cocinero
Porque lavas y planchas mis atuendos
Porque sé que lo haces con sentimiento.
Porque sirve tu vida como modelo
Porque sé que aunque quiera nunca te llego
Porque nunca te quejas y no lo entiendo.
Porque eres el colmo de los benévolos
Porque sólo recuerdo momentos tiernos
Porque eres la culpable de mis contentos.
Porque sé que me quieres hasta lo eterno
Porque eres un regalo que me hizo el cielo
Porque aunque todos fallen, no irás con ellos.
Porque cuento contigo sin miramientos
Porque siempre has estado en mis descensos
Porque siempre me apoyas y das consejo.
Porque eres un tesoro y no lo aprecio
Porque me echas el freno cuando acelero
Porque ves mis virtudes y mis defectos.
Porque das a mi vida buenos recuerdos
Porque nunca te pago porque no hay precio
Porque tengo una madre que no merezco.
Porque nunca lo digo y siempre lo pienso:
GRACIAS MAMÁ
4 de Mayo de 2002 (17 años)
¡Muy bonito! Si fuera por motivos nunca se acabarían los "porque". Siempre está bien agradecerle todo su esfuerzo y cariño incondicional ;)
ResponderEliminarUn abrazo