Despedida de John Q de su hijo Mike, en la cama del Hospital, momentos antes de donarle su corazón para salvarle la vida.
- Hola Mike, ¿cómo vas campeón?
- Hola papá, ¿me traes un corazón nuevo?
- Sí, ya tenemos uno. Debes tener un ángel de la guarda. Mike..., Mike..., intenta mantenerte despierto, solo un minuto, ¿vale? Tengo que decirte unas cosillas.
- Vale papá.
- Haz caso a tu madre siempre, ¿me entiendes? Haz lo que te diga. Es tu mejor amiga. Dile que la quieres todos los días.
- Muy bien papá.
- Bien… eres muy joven para las chicas ahora pero ya te llegará el momento y, cuando llegue, trátalas como princesas, porque eso es lo que son.
Cuando digas que vas a hacer algo, hazlo, porque tu palabra de hombre es todo lo que tienes.
Y el dinero, oye, gana dinero si puedes, aunque tengas que venderte de vez en cuando, gana todo el dinero que puedas. No seas estúpido como tu padre.
- Vale.
- Todo es mucho más fácil con dinero, hijo.
No fumes.
Sé bueno con la gente. Si alguien se mete contigo (esto ya lo hemos hablado) plántale cara y sé un hombre.
Y aléjate de las cosas malas hijo, por favor, no te líes con cosas malas. Ahí fuera hay muchísimas cosas buenas.
Nunca te dejaré. Siempre estaré contigo. Ahí dentro. Te quiero hijo.
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