He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame; solo convertirme en alguien a quien se pueda amar. El resto ya depende de los otros.
He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparán por mí.
He aprendido que puede requerir años construir la confianza y únicamente segundos destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida no son las cosas que tengo alrededor, sino las personas que tengo alrededor.
He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede, sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que pueden ocasionar dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que es muchísimo más fácil reaccionar que pensar... pero más satisfactorio pensar que reaccionar.
He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
He aprendido que o controlo mis actitudes o ellas me controlarán a mí.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.
He aprendido que por bueno que sea el buen amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mí mismo.
He aprendido que por más apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo más debe tomar su lugar.
He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y tener el mejor de los momentos.
He aprendido que en algunos momentos tengo el derecho de estar enfadado pero no el derecho de ser cruel.
He aprendido que dos personas pueden mirar la misma cosa y ver algo totalmente diferente.
He aprendido que por más fuerte que sea mi duelo, el mundo no se detiene por mi dolor.
He aprendido que porque alguien no me ama de la manera en que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y lo que he aprendido de ellas, que con el número de años cumplidos.
He aprendido que la verdadera amistad y el verdadero amor, continúan creciendo a pesar de las distancias.
Adaptado de un escrito de John Osire
No hay comentarios:
Publicar un comentario