“Y  entonces  sucedió  algo  maravilloso”

Sonia Laredo

"Para hacer de mi vida una obra de arte, necesito resistir, perseverar, no impacientarme, no arrojar la toalla, seguir paso a paso con pasos pequeños, pero uno detrás de otro, incansablemente, sin ceder de mi empeño, sin replegarme como un ejército derrotado en la primera batalla.

Por supuesto, encontraré obstáculos en el camino, pero eso no me puede desanimar, debo ser paciente. Al fin y al cabo, es más fácil andar por una superficie áspera que por una lisa. Es más cómodo utilizar unos zapatos con la suela claveteada que otro par brillante, pero de tapas resbaladizas.

Los caminantes experimentados rascan con un cuchillo las suelas del calzado aún sin estrenar, para que así tengan una cierta aspereza que garantice el rozamiento. La frotación asegura que el calzado se hincará en el suelo. Si no hay rozamiento, hay que tener un enorme sentido del equilibrio, del que la mayoría carecemos, para mantenerse en pie. Por las superficies ásperas, en cambio, se pueden dar zancadas con bastante seguridad. 

Los obstáculos de nuestra vida son el rozamiento que nos ayudan a mantener el equilibrio y avanzar. Un obstáculo no es una tribulación, sino una oportunidad. Si la vida careciese de obstáculos, tendríamos que ser grandes equilibristas -sentimentales, intelectuales, atléticos- para no caer al momento. Un inconveniente nos hace mejorar. Hay que pararse un poco, examinarlo, sacar conclusiones y optimizar nuestra táctica. Y así, molestia a molestia, tropiezo a tropiezo, pondremos avanzar con seguridad."

"Por un momento, comprendí cuál es el valor de la verdadera amistad… La amistad, la piedra angular del resto de los sentimientos del ser humano. Quien no es capaz de sentir amistad, difícilmente podrá sentir las otras emociones nobles de las que puede disfrutar a lo largo de su vida. La amistad es el modelo del que surgen los demás sentimientos. El amigo hace cada día ejercicios de lealtad, apoyo, compasión, franqueza… La amistad ennoblece porque no espera la vuelta como quien paga con un billete que supera el precio del producto adquirido. La amistad no abarata el corazón, sino que lo encarece porque es una forma elevada de amor. Y quien no siente amistad verdadera alguna vez en su vida, sufrirá una flaqueza moral que hará su vida menos hermosa. Para que una vida se convierta en una obra de arte, la amistad no puede faltar en ella."